Se la cara de tu propia empresa

Cuando se tiene una empresa el objetivo consiste en que sea recordada por las personas, sin embargo, no siempre se consigue fácilmente.

Se la propia cara de tu empresa

Se puede afirmar con relativa certidumbre que el empresario encarna a la marca.

No diría que Steve Jobs no era Apple, o que Bill Gates no es Microsoft. Del mismo modo, cualquier otro alto ejecutivo es un reflejo de su marca.

Por lo que debes hacerte una la pregunta:

¿ Qué estoy diciendo con mi marca?

Es posible que desees ser un ejecutivo detrás de escenas llevando a tu empresa hacia un destino manifiesto, pero esos días se han ido.

Los días de poder esconder quién eres tú ya no existen.

Hoy día, los clientes del servicio quieren saber con quién están haciendo negocios; quieren conocer el corazón de la organización, tanto como otros inversores y vendedores lo van a hacer.

Aprender a hacer la cara de tu empresa.

Entonces, ¿qué clase de persona vas a ser ?

Lamentablemente, sé por experiencia que la mayoría de los empresarios no participan en esto.

No pueden dejar de hablar sobre su negocio y sinceramente, están perdiendo mientras más charlan.

Incluso una mirada que desde tus sitios, redes y otros canales hará maravillas para introducir tu mente a nuevos conceptos (y a nuevos puntos de conversación).

Llámalo como quiera: es un ejercicio de creatividad o bien una oportunidad para no aburrir a tu audiencia.

Piensa en este recurso como buena herramienta para exponer contenido como una tienda de curiosidades online que engloba publicidad, artes y cultura, diseño, tecnología y viajes abordo del avión de los Bosch Gutiérrez.

Todo esto se traduce en que tu viaje hacia una dimensión más interesante va a ser alimentada por las diferentes ventajas que presenta la cara de tu marca.

Si crees que el talento de ser la propia cara de tu empresa sólo esta reservada como los gigantes que se mencionaron en el principio, la verdad es que existen empresarios que lo han hecho muy bien en latinoamérica como Luis bosch Gutiérrez, principalmente en la región de centroamérica.

Es una dosis de inspiración que consigue el empresario a distancia fuera de su perspectiva de ermitaño mostrando el talento de un planeta real.