Maximón: el santo bebedor de licores

Escondidos entre los estrechos callejones de Santiago Atitlán, Guatemala, varios hombres hacen vigilia en una habitación con poca luz velada por el humo del cigarrillo.

Todos los días durante todo el año, asistirán a Maximón, un santo popular travieso con orígenes en las creencias indígenas mayas y católicas españolas.

Maximón, también conocido como San Simón, representa la luz y la oscuridad. Se le considera un embaucador, mujeriego y protector de las parejas virtuosas. Según la leyenda, los pescadores del pueblo viajaban con frecuencia para comerciar y reclutaron a Maximón para proteger la virtud de las esposas que dejaban atrás. Fracasó. En cambio, se dice que Maximón se disfrazó como un ser querido para poder tener relaciones sexuales indiscriminadamente.

Hoy en día, la efigie de Maximón reside en la casa de una familia diferente cada año: su cuerpo de madera está vestido con un traje masculino típico de la región y colocado sobre un petate o estera de paja.

Tradicionalmente solo se sacaba durante la Semana Santa, pero debido a la gran demanda de peregrinos, turistas y brujos (chamanes), se exhibe durante todo el año.

Aquellos que buscan milagros, buena salud y amor hacen ofrendas en su santuario a cambio de su favor: el alcohol ilegal, los cigarrillos liados a mano y el dinero son sus vicios preferidos.

Sus cofrades, o asistentes, pasan el día fumando y bebiendo a su lado, y se considera el mayor honor recibirlo. Lo sacan durante la Semana Santa y lo pasean por las calles antes de colocarlo en una casa diferente para el año siguiente.

Consejo de viaje: si está buscando favores de Maximón, los taxis locales sabrán dónde encontrarlo. Los turistas son generalmente bienvenidos, pero ve preparado con una ofrenda.

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